Arquitectura

Viviendas

El fenómeno más importante en el aspecto urbanístico y arquitectónico del municipio fue, desde el último tercio del siglo XIX, el desarrollo de la minería. Las principales poblaciones, L’Entregu/El Entrego, Sotrondio y Blimea fueron grandes núcleos mineros. La llegada masiva de mano de obra hizo que fuera necesaria la creación de nuevas viviendas y poblados que se van estableciendo en zonas cercanas al pozo donde se trabaja o, a partir de los años 60, fuera del núcleo urbano.

De esta manera nacen las barriadas mineras conservadas en la actualidad, como son las de El Serrallo (Sotrondio), El Coto, La Vega, El Japón y San Vicente, en L’Entregu/El Entrego. En esta misma localidad se encuentran interesantes edificios de obreros como El Jardín, al lado de los talleres de Santa Ana. Son cinco edificios donde se refleja una tipología artística derivada de los modelos de casa para trabajadores que se venían construyendo en Europa desde el siglo XIX. Pertenecían a empleados de Duro Felguera, con una tipología próxima a la casa-jardín, por lo tanto, privilegiada dentro de este tipo de construcciones.

El desarrollo de la minería y la llegada masiva de familias al municipio motivaron la creación de equipamientos sociales básicos, por ejemplo, las escuelas. Se conservan varios ejemplos de este estilo de construcción, algunos de ellos muy valiosos, como las escuelas de Cocañín, construidas en la primera década del siglo XX. Es una construcción verdaderamente curiosa, configurada como un bloque rectangular alargado y con una disposición en dos alas: aulas para niños y niñas rodeando un cuerpo central que hacía de distribuidor de cuartos de baño, biblioteca, etc. Está hecho en mampostería y ladrillo para el encuadre de los vanos a través de un arco mixtilíneo muy vistoso. Actualmente el local se utiliza como centro social del pueblo.

Losa Serrallo

 

Museo de la Minería y la Industria

Se inauguró en marzo de 1994. Está ubicado en L’Entregu/El Entrego, en la zona de El Trabanquín, encima de las antiguas escombreras del pozo San Vicente. A pesar de que se había proyectado en 1986, el museo se construyó entre 1993 y 1994, bajo la dirección del arquitecto José Ramón Fernández Tresguerres. El edificio está formado por un cuerpo central de forma cilíndrica donde se abre la portada de acceso como un amplio vano de arco de medio punto. La iluminación de este cuerpo central combina la luz cenital, que entra por el techo a través de amplias cristaleras, con unos vanos circulares que rodean el volumen por la parte de arriba. Encima de este cuerpo sobresale la torre de un castillete de mina, eje vertebrador de todo el edificio. Dos naves adosadas a este volumen central acogen las distintas salas de exposiciones. Los materiales empleados, ligados directamente con el mundo industrial y fabril, son el hormigón y el cristal, para las alas laterales, y el ladrillo, para el cuerpo cilíndrico central.

 

Sierra de El Trabanquín

Es una nave que la empresa HUNOSA levantó en 1910 para concentrar los trabajos de tratamiento de la madera que utilizaban en las distintas explotaciones mineras. Se trata de una de las primeras del valle del Nalón donde aparecen pilares hechos en celosía metálica roblonada. El edificio sufrió varias remodelaciones, la más notable en 1938, cuando se amplió con cuatro pórticos más que se unieron a los seis iniciales. En 1989 HUNOSA la rehabilitó siguiendo el proyecto teórico de los arquitectos Manuel y Enrique Hernández Sande. Actualmente acoge un centro de encuentros para la creatividad.