Molinos

La necesidad de triturar los cereales para facilitar su consumo tuvo en Samartín del Rei Aurelio / San Martín del Rey Aurelio una solución similar al resto de Asturias, aunque aquí la abundancia de ríos y riachuelos posibilitó una gran concentración de molinos de agua. Sin embargo, en algunos lugares quedan restos de los primitivos molinos de rabil (también llamados de sangre), movidos por la fuerza humana o animal.

De los denominados molinos de pisón  se conservan en el concejo tres ejemplares: en La Sampedro, El Caleyu y Riocerezal que están en desuso. En el pasado se utilizaron para quitar la cáscara al grano de piel dura o "desegar". El molino de La Sampedro está construido prácticamente en madera y posee la particularidad de hallarse debajo de un hórreo y con la tolva formando parte de la base del corredor, de este modo el cereal podía cómodamente empujarse desde su almacenamiento.

De los molinos de agua, en el marco del valle de Santa Bárbara / Santa Bárbola se conservan el Molino de Vero, El Molinón de Perabeles y el Molino de Salvadora, de 300 años de antigüedad según la tradición popular, que funcionan puntualmente para moler maíz con motivo de las visitas turísticas a la zona.

Molino de VeróEl Molinón

Situado en la vaguada entre Perabeles y la Rebollá, a la vera del río Santa Bárbara /Santa Bárbola, era propiedad de veceros (comunal), es decir, su construcción fue contratada por varios vecinos, que hacían uso rotatorio del mismo.

Fue restaurado por iniciativa vecinal en colaboración con el Ayuntamiento de Samartín del Rei Aurelio / San Martín del Rey Aurelio a finales de 2004 y volvió a retomar su funcionamiento en febrero de 2005. Su antigüedad, según los vecinos que se encargaron de su rehabilitación, es de unos 300 años, si bien es imposible ofrecer una datación cronológica exacta al no existir documentación conocida que recoja su existencia más allá del siglo XIX.

Su estructura consta de una estancia única delimitada por cuatro muros de mampostería que se alzan en planta cuadrada y albergan el mecanismo de moler. El exterior consta de un vano de acceso lateral y de un pequeño ventanuco en la parte frontal bajo el que se dispone un arco de medio punto que da salida al agua que hace girar el ruéndanu. Sobre ella se dispone un tejado a un agua.

En la parte posterior se encuentra el cubu (depósito de agua), el cual se halla cubierto por llábanes de piedra. La muela es la original y fue recuperada junto al frayón y el resto del mecanismo por los mismos vecinos de la zona que llevaron a cabo el proceso de restauración al objeto de recuperar un bien del patrimonio etnográfico del municipio considerado de gran interés cultural.

Molín de Salvadora

Situado a escasos cien metros de El Molinón, pero en el margen del río perteneciente a La Rebollá, se mantuvo en funcionamiento hasta la segunda mitad del siglo XX, quedando después en desuso. Resulta un interesante ejemplo de molino-vivienda compuesto de dos pisos de planta rectangular rematados con un tejado a dos aguas. El inferior se destinaba a las dependencias del molino propiamente dicho, quedando el superior reservado como vivienda de los propietarios del mismo. Arquitectónicamente destaca su corredor de madera situado en la fachada principal del edificio.

La forma característica de la muela volandera y el frayón nos permiten datar el origen del molino en no menos de 200 años, si bien la disposición actual del recinto es similar a la de las casas tradicionales asturianas del siglo XIX. Por esta razón, es probable que el molino fuese recrecido en esa época para añadir las dependencias domésticas.

Era un molino donde se practicaba la maquila, es decir, los propietarios no cobraban por su uso, sino que cogían una parte proporcional de la harina que molían. Esta acción de cobrar en especie se conoce como maquilar.

Molín de Veró

Restaurado por iniciativa vecinal entre los años 2002 y 2003. Podría tener una antigüedad de unos 300 años, si bien, como es habitual, no existen referencias conocidas que lo corroboren.

Conserva parte de la maquinaria original, que nos puede servir para pensar que la estimación cronológica podría ser la adecuada. Está situado en las cercanías del pueblo de Veró.

Se estructura en planta rectangular con una estancia única y tejado a dos aguas. Morfológicamente guarda gran similitud con el resto de molinos conservados en el Valle, destacando especialmente el arco de medio punto que alberga la salida del agua que hace girar la muela volandera sobre el frayón.

Su situación, en una zona bastante elevada de la montaña, condicionó en gran medida el uso que se le dio, ya que el curso de agua que lo alimenta es muy débil e insuficiente en determinadas épocas del año.

Es por ello que entre los meses de mayo y diciembre permanecía por lo general en en desuso. Las características de algunas de sus partes también se vieron afectadas por estas circunstancias vinculadas con el estiaje del caudal del río; razón por la cual el cubu es de un tamaño mayor de lo normal para poder almacenar más cantidad de agua necesaria para garantizar el funcionamiento del molino.